Aunar pasiones o el síndrome de la Biblia y el calefón


Esto no pasa de ser un experimento, de hacer un cóctel de pasiones, hobbies, experiencias y opiniones. Es mezclar pintura de modelismo leyendo a Nietzsche. Es el libro de historia en la mochila del aventurero. Es la .45 al lado del cuadro de Giger. Es el aula de Monte Grande fundida con las Highlands escocesas. Es salir de la cueva cada tanto a pegar mis cuatro gritos antes de volverme a meter. Es discutir la teoría del color y terminar en un debate sobre la nueva educación. No soy yo, pero definitivamente es una buena foto mía.


sábado, 26 de marzo de 2016

Berserker (en proceso)

 Más allá de las mil interpretaciones históricas acerca del término berserker y su utilización y la más que dudosa historicidad de la figura es ennigable que este busto es genial y no me iba a privar de pintarlo. Tiene todo lo que el modelista necesita para entretenerse y lucirse: Piel, cuero, pelo, madera, metal, amplitud de detalles y texturas, fuerza, expresión y originalidad.
 Como siempre comencé el proceso con la pintura de la piel, aunque dejando para el final el agregado de unos tatuajes que aún no le realicé porque sigo investigando sobre que será más acertado históricamente para la figura.


El paso siguiente es el pelo y los detalles como el brazalete.





El escudo es una de las piezas con más posibilidades a la hora de trabajar la pintura y nos da muchas posibilidades gracias a la variedad de materiales a representar: Madera pintada, metal y el canteado de cuero.



La pintura de la piel de oso está aún inconclusa, por una cuestión de contrastes las últimas luces voy a darlas una vez finalizado todo el resto del proceso, por lo cual aún está todo un poco oscuro y un tanto plano en los colores.











Pronto espero subir nuefas fotos cuando termine las luces y sombras en la piel de oso y los tatuajes de los brazos.

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