Hora de variar un poco de las temáticas tradicionales que me gustan y jugar un rato con estas cosas que no me atraen tanto pero que igualmente tienen su magia a la hora de meter pintura.
Aunar pasiones o el síndrome de la Biblia y el calefón
Esto no pasa de ser un experimento, de hacer un cóctel de pasiones, hobbies, experiencias y opiniones. Es mezclar pintura de modelismo leyendo a Nietzsche. Es el libro de historia en la mochila del aventurero. Es la .45 al lado del cuadro de Giger. Es el aula de Monte Grande fundida con las Highlands escocesas. Es salir de la cueva cada tanto a pegar mis cuatro gritos antes de volverme a meter. Es discutir la teoría del color y terminar en un debate sobre la nueva educación. No soy yo, pero definitivamente es una buena foto mía.
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